¿Cómo son las piscinas interiores? ¿Realmente son un privilegio? ¿Dan mucho trabajo? Seguro que estas son algunas de las preguntas que te haces cuando piensas en las piscinas cubiertas. Existen diferentes tipos, según tus gustos y necesidades. Algunos la prefieren para hacer deporte sin salir de casa, otros la convierten en una zona de relajación con jacuzzi, sauna … Para uno de los casos hay que adaptar su diseño y temperatura.
Pero, ¿merece la pena tener una piscina cubierta con todo lo que conlleva? Te contamos cuáles son sus pros y contras.
Ventajas
- Puedes darte un baño siempre que quieras
¿Cuándo podré meterme en la piscina? Esta cuestión no volverá a pasar por tu cabeza con una piscina cubierta en tu propia vivienda. Dispondrás de los 365 días del año para meterte en la piscina, sin importar que sea invierno o verano y durante todo el tiempo que quieras. Además, puedes regular la temperatura del agua a tu gusto.
- Las garantías de salud son más elevadas
Además de ser un lugar que solo vas a compartir con familiares y amigos, te garantiza hacer deporte siempre que quieras. Nadar es considerado uno de los deportes más completos, pues se activan todos los grupos musculares y potencia la salud mental. La natación la pueden practicar personas de todas las edades. Ayuda a relajar las contracturas musculares, a desarrollar el sistema motriz en niños y mejorar la circulación. Y no hay que olvidar que ayuda a activar tu cuerpo, pero también a evadirte y estimularte, mejorando tu estado de ánimo.
- Cuidados y mantenimiento
A pesar de lo que piensa la mayoría, el mantenimiento de las piscinas cubiertas es simple. Hay que tener en cuenta que no están al aire libre, por lo que todo lo relacionado con los insectos u hojas quedan al margen. Por tanto, solo tendrás que hacer la depuración física y química, entre otros.
Inconvenientes
Este es el principal quebradero de cabeza que se tiene cuando quieres una piscina cubierta. No obstante, la obra no es sencilla, pues se requieren profesionales especializados para el aislamiento e impermeabilización, la climatización y calefacción, la fontanería y electricidad, la obra civil, conocimientos en energías renovables, eficiencia energética, automatización y control.
Y no solo hay que seleccionar el mejor lugar, también hay que abordar un esquema técnico que tenga en cuenta la filtración del agua, la desinfección de la piscina completa y su climatización, bien aportando calor a través de una caldera tradicional de energías limpias, o bien una de biomasa o combustible.