La arquitectura, al igual que la industria textil, presenta modas, tendencias y estilos. Los hogares cada vez se adaptan más al ‘qué se lleva’ y al ‘qué hace más moderna mi casa’, pero sin olvidar que también sea cómoda. Algunos de los estilos pueden ser peculiares y no todos son adaptables a todos los tipos de vida. Por ello, cada persona o familia debe buscar un conjunto y cohesión entre estos aspectos.
Existen varias tendencias arquitectónicas; te presentamos cinco de ellas:
Estilo minimalista
El ‘menos es más’ predomina sobre el resto. La sencillez de las formas tanto dentro como fuera del edificio son destacables. Las fachadas son monocromáticas y suelen ser de color blanco, beige … aunque también permiten el uso de materiales como la madera. Mientras, el interior del hogar sigue la misma línea de un solo color y deja fuera todo el concepto de ‘cargar el ambiente y los espacios’. Se imponen las formas geométricas, las ventanas grandes que permitan la entrada de mucha luz y los jardines austeros.
Estilo colonial
Esta tendencia tiene siglos de historia. Cuando los españoles llegaron a América, la arquitectura tuvo que adaptarse al terreno, el clima … Posteriormente, se construyeron las casas de estilo colonial, caracterizadas por ser viviendas de entre dos y tres pisos y cuyos techos tienen forma de uve (V) invertida. Son edificios bastante simétricos. El material con el que se construye es el adobe y los techos son de teja.
Las ventanas son otro de los aspectos que más las definen, pues suelen estar situadas de dos en dos y con hierros cada una de ellas. La decoración que presentan estos hogares es clásica, aunque no busca cargar mucho el ambiente, pero sí que cualquier detalle es importante en su estilo, pues busca calidez.
Estilo contemporáneo
El estilo contemporáneo es un conjunto de diferentes aspectos de otras tendencias arquitectónicas. Las casas apuestan por el uso de materiales naturales como la madera o la piedra. Los grandes ventanales son otros de sus aspectos más característicos, pues abordan gran tamaño, tanto a lo alto como a lo ancho, ya que la luminosidad es uno de los aspectos más importantes en este tipo de hogares. Cuanta más luz, mejor.
Los espacios interiores deben ser abiertos, por lo que siempre debe dar la sensación de amplitud, y los espacios están poco cargados. En cuanto a las tonalidades, los colores tienden a ser muy claros o muy oscuros y, por supuesto, una combinación de ambos.
Estilo rústico
Estar en contacto con la naturaleza, ese es el objetivo que tiene esta tendencia. El exterior es muy importante, por eso se utilizan materiales que lo integren en ese entorno, como la madera (en paredes, suelo, vigas …) o la piedra. El interior de estos hogares es muy cálido y acogedor.
Las casas de estilo rústico suelen ser de planta baja o, como mucho, de dos plantas. Los colores que se emplean son tonos tierra tanto en paredes como en objetos como cojines, alfombras, objetos decorativos …
Estilo industrial
También llamado estilo loft, tiene su origen en la arquitectura de las viejas naves que se construyeron en Nueva York en la década de los 50. Convertidas posteriormente en viviendas, el estilo de estos hogares se caracteriza por la desnudez de las estructuras y los espacios fabriles, es decir, mucho hierro y líneas ordinarias, son claves para definir esta tendencia.
En el interior de estos hogares están a la vista tuberías, vigas de la propia construcción … y las paredes de ladrillo, un elemento que define a la perfección el estilo industrial en estas ‘casas contenedor’.