La estrella de la casa, sin duda alguna. La cocina es el lugar más importante para muchas personas. Es la zona donde más tiempo pasamos y, por este motivo, es vital que sea funcional, práctica y estética. Existen todo tipo de cocinas. Pero si dispones de espacio en ella, no dudes en poner una isla. Una vez la instales y la utilices no te querrás desprender de ella. La isla cumple muchas funciones y tiene todo tipo de estilo de decoración: clásica, nórdica, rústica …
Multifuncional
La isla puede convertirse en el mueble más importante de la cocina. En él puedes colocar varios armarios en los que almacenar platos, cubiertos, comida …
Otra de las funciones que te permite tener una isla es que puedes utilizarlo como barra, donde puedes desayunar y comer. Muy práctico si no tienes el comedor cerca o espacio para él.
Además, el espacio que te da como encimera es vital, especialmente cuando tienes que preparar la comida. Y algo que te ayudará en este sentido es colocar el fregadero en ella.
No obstante, también puedes integrar algún electrodoméstico en ella, como el horno y la vitrocerámica. Son muchas las opciones que tienes. Todo depende de tus necesidades y gustos.
Diseño personalizado
Tú mismo puedes diseñar el estilo de tu isla, así como decidir el lugar donde ubicarla. De esta forma tú pones solución a tus necesidades y organizas tu espacio. Lo más habitual es colocar la isla en el centro de la cocina. De esta forma, se aprovecha mucho más el espacio y no entorpece al paso, ya que no está sujeta a una pared. Por tanto, las islas mejoran la distribución y la fluidez del movimiento en la cocina.
Y, sin ninguna duda, tú escoges la estética de la isla en función de la decoración de tu cocina y de su estilo. Así como el material, su color …
Separa espacios y genera amplitud visual
Cuando dispones de concepto abierto en tu casa, la isla puede ser el mueble que marque la separación entre cocina y salón. Una forma muy estética y sutil de crear dos zonas que no están separadas por un muro.
Las islas nunca se localizan de frente a una pared. Esto te permite tener una sensación de amplitud visual mientras haces tareas en la cocina. Y un punto a favor si tienes niños y los dejas en el salón. Mientras tú haces la cena puedes vigilarlos.
