El estilo contemporáneo se desarrolla bajo el lema ‘menos es más’, una frase que nos define muy bien a nosotros también. La estética es uno de los aspectos que más destacan en estos hogares. Pero su diseño interior se crea desde el presente, es decir, se construye desde la funcionalidad diaria de la familia. Pero son muchos otros los factores que influyen en su configuración como estilo: espacio, luminosidad, materiales nobles y naturales … Pero tampoco se olvida de la parte tradicional, pues todo estilo moderno tiene su base en lo antiguo.
Espacios abiertos y amplios
La amplitud de cada estancia es una de las características claves para crear tu hogar de estilo contemporáneo. Para conseguirlo, deshazte de las paredes innecesarias y que entorpecen la comunicación entre diferentes estancias. Como es común, que el salón esté conectado a la cocina, o bien al comedor, son uno de los aspectos básicos. De esta forma, dos o incluso tres estancias de la casa pasarán a integrar una única en la que desarrollarás, prácticamente, todo tu día.
Otra opción es separar cada parte de la casa con paredes de cristal, pero en otros ámbitos. Por ejemplo, puedes optar por una cristalera que separe la habitación matrimonial de su baño integrado. También lo puedes integrar para la separación de la habitación y el vestidor. Con este panel, las estancias están separadas pero conectadas entre sí.
Otra clave para crear amplitud es eliminar objetos o muebles que no utilices. Dejar los espacios más despejados y sencillos ayudará a conseguirla. Los techos altos también ayudarán a dar sensación de amplitud.
Sencillez
Como bien dijimos, para el estilo contemporáneo ‘menos es más’. La simplicidad reinará en toda la casa. Para ello, elimina elementos que son tan comunes en otros hogares como las molduras, los arcos o el gotelé de las paredes. Las paredes deben ser lisas y si son de color neutro (blanco, gris, negro) mucho mejor. El papel pintado puede ser una opción siempre y cuando sea discreto. Y olvídate de los colores llamativos; no entran dentro de sus características. Pero no te preocupes, el estilo contemporáneo tiene un acabado acogedor. Son los pequeños detalles los que transformarán tu hogar.
Entre menos muebles, mejor. Las líneas limpias, rectas y geométricas son parte de la esencia del estilo. El mobiliario suele ser de tonos claros y los materiales bien de vidrio, metal o de vanguardia, como el níquel, el cromo o el acero inoxidable. Pero también emplea otros más tradicionales como la madera, el mármol, el cemento y la piedra.
En cuanto a los textiles, lo natural y tradicional se queda. Telas de algodón, seda o lino son las más habituales. Y, como en el resto de elementos, los colores deben ser neutros, pero en este caso puede haber excepciones para darle un toque de color a la casa y romper con el resto. Y para romper aún más con la estética de este estilo, coloca una pieza antigua que sea práctica y acogedora a la vez. Te damos una idea: apuesta por un sillón o un cuadro clásico.
Las plantas y flores que añadas también darán ese plus de color. Una característica propia de este estilo es que, cuanto más grande sea la planta, mejor. Si las colocas en el jardín, añade algunas piedras alrededor de ella e instala unas luces en el suelo que enfoquen hacia arriba.
Iluminación
La luz es indispensable en estos hogares. Los grandes ventanales son un imprescindible, pues la luz ingresa en toda la estancia y es más fácil que llegue a cada rincón. Nunca es poca luz. Es cierto que es necesario instalar lámparas, especialmente en los puntos que no llega la natural. Los rieles y las luces empotradas son una gran opción, pues dejan la pared despejada. En función de las necesidades de la familia, puedes colocar unas cortinas de lino y, así, regular la luz cuando lo necesites.
Para dar luminosidad a cada sala, los colores neutros y claros ayudan mucho. Los tonos más oscuros se pueden emplear en muebles pequeños o en pequeños detalles. El resto, cuanto más tonos claros se utilicen en el hogar, más luminosa será la casa.
