¿Cómo puedo incorporar el Feng shui en casa?

‘Viento y agua’. Esta es la traducción de Feng shui, una filosofía china que busca el equilibrio y la armonía del espacio en el que vivimos, es decir, de nuestro hogar. Este estilo atrae las energías positivas, de tal forma que crea un lugar óptimo en el que vivir. Hay que buscar la funcionalidad, el orden y la comodidad del hogar. Cada familia tendrá necesidades diferentes, de tal forma que este estilo es personalizable.

Una de las principales características del Feng shui es deshacerse de aquello que no es necesario ni para la vivienda ni para la persona. De esta forma, limpiar y eliminar aquello que es secundario hará que la energía fluya mejor por la casa. El orden y la seguridad del hogar es otro de los elementos indispensables para este estilo.

Cada estancia tiene sus particularidades:

 

Recibidor

El recibidor debe inspirar calma y optimismo. Además, tiene que ser espacioso o, al menos, aparentarlo. El color de las paredes y del mobiliario debe ser claro, con tonos como el beige, el amarillo pastel o el blanco. Que la luz solar ingrese en este lugar es fundamental. En el caso de que la luz sea escasa o mínima, se debe apoyar con luces artificiales que imiten a la natural, bien con una lámpara de techo, de pie o de sobremesa.

Los muebles deben tener un tono claro y no deben entorpecer el paso. El recibidor es el lugar en el que dejar los zapatos, bolsos y abrigos, por lo que es funcional. No hay que recargar el espacio. Colocar unas flores o unas fotos como decoración, sin excesos, completará este estilo.

Además, hay que evitar también enfrentar las ventanas, las puertas o el espejo a la puerta principal, pues la energía rebotará y se irá.

 

Cocina

La principal característica del Feng shui es situar la cocina lo más alejada posible de la puerta principal. Además, se decanta por una cocina cerrada y no de concepto abierto. Esto se debe a que no busca que las energías de cada estancia se mezclen.

La zona de cocción no debe estar a espaldas de la puerta. Además, tampoco debe ubicarse cerca del fregadero. Esto es porque no deben encontrarse cerca, para fomentar la libertad de cada uno (que el agua no apague el fuego).

La madera es uno de los mejores materiales para emplear en la cocina, pero deben combinarse con otros como el metal, el barro, la arcilla … para que exista un equilibrio. Puedes añadir también algún florero para darle frescor al ambiente.

Al contrario de la mayoría de estilos actuales, el blanco no se recomienda para la cocina, ya que da la sensación de frialdad. Escoge colores más cálidos como el naranja o el amarillo.

 

Salón

El salón es una zona con mucha energía. El Feng shui refleja la importancia de la luz natural y la ventilación en esta estancia. Si hay algún punto en el que escasea la luz natural, incluye alguna lámpara.

El sofá no se puede poner de espaldas a la puerta, sino colocado en forma de L y apoyados contra la pared. En cuanto a los materiales, la madera y los tejidos naturales son sus mejores aliados. Las paredes sí aceptan el color blanco, siempre y cuando se complemente con otros colores, por ejemplo, en los cojines, el sofá o los muebles. Las plantas también ayudarán a crear un ambiente más limpio y equilibrado, y aportará color a la estancia.

 

 

Dormitorio

La distribución de los elementos es fundamental para que tengas un buen descanso cada día. El cabecero es más importante de lo que parece, pues aporta seguridad y respaldo. No obstante, debe estar lo más alejado posible de la puerta. Las mesitas y las lámparas de noche son imprescindibles, ya que dan protección a ambos lados de la cama.

Saca la zona de trabajo fuera de la habitación. La televisión y los móviles no son bien recibidos tampoco. El espejo debe estar frente a la cama o la puerta, ya que sino dificultará el sueño.

IMAGEN BLOG 14 JUNIO

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