La arquitectura bioclimática se basa en el diseño de edificios en función del clima local. Su principal labor es proporcionar el confort térmico mediante el aprovechamiento de las fuentes ambientales, así como lograr una integración estética en el entorno. Uno de sus objetivos es luchar contra el cambio climático y hacer todo lo posible para cuidar y proteger el planeta. Para ello, trata de rebajar el uso de los sistemas de climatización como los ejes centrales de cualquier proyecto de construcción de una vivienda.
Este tipo de arquitectura muestra un diseño a la carta siguiendo, siempre bajo la influencia de las condiciones climáticas y aprovechando los recursos naturales que ofrece el sol, la lluvia, el viento y la vegetación. A partir de esto, se establece un sistema pasivo que reduce el impacto medioambiental y el consumo energético de la vivienda.
Un ejemplo de hogar bioclimático sería una casa compuesta por módulos que se adaptan, de manera independiente, a la morfología del lugar y a las necesidades de sus dueños. Los materiales empleados para su construcción, que son totalmente naturales y/o procesados, permiten un excelente rendimiento térmico del hogar, reduciendo la huella ecológica. De esta forma, en invierno la vivienda se convierte en una especie de invernadero y, en verano, en una terraza exterior. Además, los materiales empleados no producen condensaciones, no son tóxicos y son transpirables.
Otra serie de elementos a tener en cuenta son las condiciones del suelo, la orientación de la casa y el sistema de ventilación, así como el sistema de enfriamiento evaporativo, destinada para aquellas viviendas bioclimáticas ubicadas en lugares cálidos y secos que necesiten refrescar el ambiente.
Ventajas de la arquitectura bioclimática
El cambio climático es una realidad. El ser humano ha causado y aún causa contaminación al medio ambiente. Por este motivo es que la arquitectura bioclimática es una gran solución para reducirlo. Con ello, este tipo de construcción de viviendas también sería mucho más eficiente, sostenible, confortable y respetuosa con el medio ambiente. El tipo de materiales que utiliza este diseño son naturales, como la madera, la piedra o el bambú, también emplea elementos procesados como el poliestireno, que es un gran aislante térmico.
Desventajas de la arquitectura bioclimática
Existen lugares con climas extremos que las viviendas con una arquitectura bioclimática no podrían soportar. Por este motivo, los profesionales de la construcción recurren a los sistemas artificiales de climatización.
Otra desventaja o dificultad que presentan es la limitación de los materiales de construcción, pues no existe una gran oferta porque son prácticamente novedosos. Por este motivo, su precio también es más elevado que el del resto de materiales empleados en la climatización convencional.