El Gobierno aprueba un cambio normativo para construir edificios más sostenibles
Una modificación del Código Técnico de Edificación endurece los requisitos de eficiencia energética en las nuevas construcciones.

El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes una modificación del Código Técnico de Edificación, la norma que establece cómo se debe construir en España. De acuerdo con el Ministerio de Fomento, las nuevas reglas mejorarán la eficiencia energética de las viviendas y otras edificaciones al incorporar un Documento Básico de Ahorro de Energía. El cambio se hará mediante un decreto al que previsiblemente se publicará mañana en el BOE.

El nuevo reglamento supondrá de media una reducción del consumo de energía del 40% respecto a los edificios actuales, según estimaciones de Fomento. El Documento Básico de Ahorro de Energía «se alinea con las recientes iniciativas legislativas tanto nacionales como europeas encaminadas al ahorro de energía en los distintos sectores y el fomento de las energías procedentes de fuentes renovables», indica el Ministerio encabezado por José Luis Ábalos. El decreto se aprueba tras «ser sometido a un intenso proceso de audiencia e información pública, con una importante participación de los sectores afectados».

Fuentes del Consejo General de la Arquitectura Técnica (CGATE), una de las entidades que han participado en el proceso de debate del documento y que presentaron alegaciones, precisan que uno de los cambios más notables es la rebaja de la energía primaria no renovable que pueden consumir los edificios. Este concepto, que se introdujo en la normativa por primera vez en 2017 (antes el enfoque se ponía sobre todo en los requisitos de aislamiento), señala cuánta energía no renovable puede consumir al año un edificio para abastecer calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria. Por ejemplo, en Madrid actualmente se fija en 60 kilovatios hora por metro cuadrado al año y la nueva norma lo rebaja a 38.

«Es bastante ambicioso», señalan esas fuentes, «como pone un requisito de consumo más bajo, con mucha probabilidad en algunas zonas habrá que poner bombas de calor, la denominada aerotermia». Es decir, que la norma es «prestacional» porque describe las prestaciones que un edificio debe ofrecer en materia energética, pero eso influirá en las soluciones técnicas posteriores que se adopten al construir. No obstante, desde el CGATE advierten que «estos cambios suelen tener un periodo de adaptación que normalmente son seis meses». Con ese plazo, hasta mediados de 2020 no se comenzarían a solicitar permisos de edificación conforme a la nueva normativa, por lo que posiblemente hasta 2022 no llegarán al mercado las primeras viviendas que cumplan con los requisitos de mayor ahorro energético.

Aislamiento del radón

El decreto también incorpora otra modificación relevante en materia edificatoria al añadir una sección al Documento Básico de Salubridad. Según aclara Fomento, esa sección establece «normas de seguridad básicas para la protección contra los peligros derivados de la exposición a radiaciones ionizantes». Concretamente se refiere a medidas de impermeabilización de los edificios para evitar que penetre en los mismos gas radón, en aquellas zonas de España que están expuestas a este gas que se origina normalmente en suelos graníticos.

Por último, el Ministerio ha señalado que un cambio en el Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio «permitirá conciliar la necesaria prevención de la propagación del fuego a través de las fachadas de los edificios con las nuevas exigencias de ahorro energético, así como con la innovación tecnológica del sector».