Sencillez, naturalidad y delicadeza es lo que mejor define al estilo rústico, uno de los más utilizados. Este estilo se nutre de otros como el minimalista, ya que comparten algunas tendencias o características como apartar los ambientes recargados o apostar por elementos naturales como la madera. No obstante, cada uno guarda sus particularidades.
En muchas ocasiones se piensa que este estilo solo es propio de las casas de montaña o rurales, de ahí su nombre. Pero lo cierto es que cada vez más personas apuestan por este estilo y hoy se ha convertido en uno de los más comunes, especialmente en España. Dentro del estilo rústico encontramos tendencias como la mediterránea o la colonial. Te contamos cuáles son los elementos esenciales que hacen que tu casa sea de estilo rústico y que, además, también comparten con estas tendencias.
Materiales
Los materiales naturales son la base del estilo rústico. Los podemos encontrar en las paredes, en el suelo, en la escalera … Y, como no, el elemento estrella es la madera. Es muy común ver las vigas de madera descubiertas del techo. También la podemos encontrar en mesas, armarios y puertas, entre muchos otros sitios. Los muebles suelen ser de este material, pero si quieres aportar un extra apuesta por mobiliario de estilo más clásico, más antiguos o que tengan esa apariencia, pues aportarán mayor calidad a la estancia. Algunos de ellos son los arcones o los asientos de mimbre. También lo puedes incorporar en elementos decorativos como con jarrones de barro, floreros o espejos con el marco de madera.
La piedra es otro de los materiales más destacados. Es habitual encontrarlo en las paredes, pues llama la atención, decora y hace que el ambiente sea más natural, acogedor y elegante. También se puede encontrar en la chimenea, un elemento muy relevante en los hogares con este estilo.
La baldosa es otro de los elementos que va de la mano con lo rústico. Esta tendencia, que muchas veces recuerda a las casas antiguas, necesita de materiales como este. Principalmente se suelen colocar baldosas blancas y rectangulares, o bien de piedra o con pinturas ecológicas.
Colores
Los tonos y colores que se deben emplear son aquellos que recuerden a la naturaleza. Por tanto, hablamos de colores como el marrón, el verde o el azul, además de colores neutros como el beige o el gris. También se incorporan a esta lista los colores cálidos, como puede ser el amarillo.
El blanco suele ser más habitual en las paredes, pero también se apuesta por otros de tono crudo. No obstante, el color que se escoja es muy importante, ya que determinará el color de los muebles también. Por ejemplo, si optamos por un marrón tierra en las paredes, los muebles deberán de tener un tono más claro; y viceversa.
La conjugación de la gama cromática con los muebles es importante, ya que creará un ambiente armónico, relajante y en contacto con la naturaleza.
Plantas y flores
Si el estilo rústico está conectado con la naturaleza, las flores no pueden faltar. Si tienes un jardín es fácil, pero en el interior es aún más relevante conseguirlo. Apuesta por flores que complementen con los colores de la estancia. Puedes poner unas flores sobre la mesa del comedor o en la cocina. Pueden ser artificiales, pero si son naturales mucho mejor. Las flores silvestres, además, aportan un toque aún más rústico a la vivienda.